Un monólogo es una obra de teatro donde hay una sola persona en el escenario. Si se trata de un monólogo cómico, quien lo presenta puede tener una constante interacción con el público. Aunque esta no es la clave de su éxito.
Para efectos didácticos y ayudarte a facilitar tu proceso creativo mientras escribes, aquí te mostraremos una serie de pasos que verdaderamente han dado buenos resultados a quienes se inician en la dramaturgia.
A continuación algunas propuestas y consejos…
Propuesta escénica
Un libro diario
Ten un cuaderno de anotaciones y escribe allí los temas que encuentras graciosos, pero lo vas a arrancar de la experiencia que tengas de tu interacción con las personas. Debes convertirte en un cazador experto de situaciones que den mucha risa. Sobre todo aquellas que involucren acciones físicas.
Este contenido te será de gran utilidad al momento de sentarte a escribir, es un apoyo fundamental para el comienzo, luego todo comenzará a fluir con espontaneidad.
Uso de la palabra
La palabra en teatro es acción dramática, por consiguiente debes escribir en términos de acción y evitar el empleo de frases discursivas, de narraciones y de descripciones porque estas formas expresivas aletargan el fluido dramático.
Debes mostrar lo que el personaje siente y padece en tiempo presente, mostrar su experiencia pasada o el reflejo del futuro, es un recurso que no es funcional porque pierde la agilidad propia de la comicidad.
El lenguaje debe ser muy sencillo y coloquial, de fácil comprensión y digestión. Debes adaptarlo a las expresiones propias locales sobre todo usar esos discursos populares por los que la gente se ríe mucho.
Si es un público adulto gustan mucho las expresiones grotescas y con un tono subido, pero no debes abusar de las groserías ni de la vulgaridad. Aunque hay comediantes a quienes esto le funciona muy bien.
El personaje
Para crear tu personaje debes considerar el aspecto físico que mostrará al público (su forma de hablar, edad, flaco, gordo, pobre, rico) Su forma de caminar, gestos característicos de su clase social que sean un poco grotescos y que promuevan la risa.
Actitudes físicas
Cuando se trata de monólogos cómicos se ha demostrado que al público le produce mucha risa las situaciones físicas que envuelven a los personajes. Los movimientos pueden ser torpes o perfectamente cuidados.
Ejemplo de ello pueden ser las caídas, las patadas, los golpes y las cachetadas. Los cuales igualmente pueden ser producidos de manera justificada o bien de manera absurda, lo cual es también muy cómico.
Otros elementos teatrales
Es importante precisar si el monólogo se va a apoyar con música, con sonidos, con iluminación, con el maquillaje, con el vestuario y con elementos de escenografía y de utilería.
Estos elementos son recursos adicionales para crear una atmósfera y enriquecer de manera más agradable la percepción de tu trabajo. Aunque no son imprescindibles, el único que debe estar presente en el escenario es el actor.
Propuesta dramática
La presentación inicial
Piensa un poco en cómo puede ser tu presentación personal, que pretendes hacer en ese momento y el respectivo agradecimiento por la asistencia del público.
Por ejemplo: mi nombre es fulano de tal y quiero contarles una historia sobre el nombre tan ridículo que me gasto. Y me encuentro muy agradecido porque hayan venido a escuchar esta desgracia.
Esto es solo un ejemplo para ilustrar, existen muchas formas de hacerlo y practicando encontrarás la tuya. No es necesario que escriban la presentación inicial sin haber comenzado, para algunas personas es más fácil escribirla luego que terminan de escribir el monólogo.
Seleccionar el tema
Hay mucho ejemplo de temas que son graciosos y que se encuentran en la cotidianidad de la vida. Hay temas que son satíricos es decir prevalece en ellos la sátira y la burla mordaz de cualquier cosa que diga, que tenga puesto, aspecto físico o lo que haga alguna persona. También se conoce como bulling.
Otros temas son los farsescos, dichos resaltan de manera exagerada todo lo que bordea al ser humano. Un ejemplo de ello son los defectos físicos como ser narizón, nalgón, ojón, bembón, cojo, manco, etc.
Aquí no funciona el prejuicio de que le estás haciendo daño a alguien, desde sus inicios los escritores de comedias se enfocan en la ridiculez y la malicia sobre el otro.
Pequeños nudos críticos
Al momento de escribir debe pensarse en construir pequeños conflictos que se van a ir presentando durante el monólogo.
Pero los mismos no pueden ser aislados, debe dar una contribución al desarrollo del conflicto mayor o al gran conflicto o al clima. Entiéndase que el conflicto son fuerzas antagónicas que son opuestas y chocan.
El clímax
Dentro de la evolución del monólogo en medio de la risa o por debajo de la misma, por lo general subyace algo muy serio. Precisamente es un drama cruel que se va mostrando en los nudos críticos.
Este es el máximo momento de emoción de la obra, el gran conflicto, donde el público conoce la desgracia del personaje cómico, que después de hacer reír puede hasta llegar a sacar una lágrima.
El desenlace
Aquí se comienza a desbaratar el nudo crítico. El público comienza a justificar y a comprender el por qué todo ocurrió de esa manera. Por qué sucedió todo en el monólogo. En este punto es conveniente que se retome la comicidad del principio para que la obra no pierda su carácter cómico.
Despedida y agradecimiento al público
Se hace necesario mantener aquí la comicidad por ejemplo: gracias por haber venido y reventarse a carcajadas por mi pequeñísima ridiculez. Por ser solidarios y por comprender el por qué me da tanta vergüenza llevar el nombre que me escogieron.
Si quieres escribir un monólogo cómico que sea exitoso, se recomienda que sigas las instrucciones profesionales que se te presentan en este artículo. Disfrutarás escribiendo y también tendrás la posibilidad de un trabajo rentable.
Ejemplos en vídeo
Vale más una imagen (aunque en este caso sean vídeos :D) que mil palabras ¡Ahí te van algunos ejemplos cortos!
Rosa -Monólogo-
Monólogo Drmático
¡El popular Goyo Jimenez!
