Las novelas de suspenso o terror son muy comercializadas actualmente. Esto muestra con claridad que aún existe una gran cantidad de fanáticos de este género.
A los amantes de este tipo de novelas no solo les apasiona leerlas, sino también escribirlas. Para lograr una buena obra literaria se necesita usar la imaginación. Sin embargo, aquí te daremos algunas ideas para que tengas éxito al escribir tu historia.
Ideas para escribir una historia de terror
Una de las partes más importantes para escribir una historia de terror, por supuesto es el factor miedo. Si este no está presente, no cumple su cometido. Las personas no leen el terror para tener una distracción superficial o fácil, lo leen buscando excitarse y percibir sensaciones intensas.
Se debe respetar una serie de elementos que enriquecen y encaminan las acciones a las circunstancias que nos llevaran a estar siempre atentos. Cuando se consigue infundir intensas sensaciones, donde el lector se mantiene prestando atención a todo lo que sucede, has alcanzado el primer paso.
Tratando los miedos
Estos son algunos de los recursos o ideas para que el terror fluya, y cómo debe generarse en las personas que aman este género. El cual les llena de emoción que inyecta adrenalina esperando lo que pueda suceder al final de la historia.
Miedos instintivos
Son aquellos que se producen con alguna lógica o reacción biológica, siendo a menudo los más poderosos en este tipo de trama. La oscuridad, las alturas, las arañas y serpientes, las cuales propician frecuentemente algunas fobias que están marcadamente enraizadas en reacciones producto de los instintos. Por consecuencia, tienden a causar muy buenas sensaciones de terror en los lectores.
Esto se intensifica especialmente cuando el terror sucede a seres inocentes como consecuencia de otros o de nada realmente. Ejemplo, el caso de un asesino entra a una casa al salir huyendo, el personaje en su Inocencia se atraviesa pagando las consecuencias.
Monstruos, entidades y elementos sobrenaturales
Son ideas que se extienden más allá de la que consideramos lógico y se encamina hacia el ámbito de lo considerado extraño. Por todos es conocido que los hombres lobo, fantasmas y vampiros no son reales. Pero eso no significa que nos quedemos impávidos al leer alguna historia de ellos y no nos parezcan narraciones lógicas por algún instante.
De hecho, la misma incertidumbre que presentan, es la que los puede presentar tan siniestros y terroríficos. Hasta nos preguntamos, si de verdad esos monstruos no están allá afuera asechándonos. Nunca los hemos visto y sin embargo nos hacen sentir miedo. Este tipo de miedo es uno de los más frecuentes en libros de causan terror.
Tensiones Sociales
Es uno de los temas o ideas que se pueden desarrollar en los libros de este género, se puede aprovechar las preocupaciones sociales. Las tensiones que estas generan en quien lee, podrían funcionar perfectamente para causar en el lector terror por miedos inducidos por el peligro letal.
Podrás tomar la idea de las eternas luchas de clases o del racismo inducido, o la repercusión de la salud mental de algún personaje. Hasta podría hilarse una historia basada en la mancha del sexo casual sin reservas que desenlaza en una crisis que alcanza al terror social.
Tips para escribir una historia de terror
No importa el tipo de terror que quieras trabajar, este debe ser muy intenso para el lector, y para ti también. Sí lograr asustarte con lo que escribes, es señal que vas por el camino correcto y puedes crear una historia aparte de interesante.
Para ello primero deberías familiarizarte perfectamente con el género, es mejor conocerlo a profundidad, para lo cual debes leer los escritores destacados y reconocidos.
Debes elegir el tipo de miedos que vas a presentar en tus escritos, podrían ser psicológico, mórbido, gótico, sublime, gore. Es una variedad de subgéneros de terror que te puede permitir escribir historias únicas y sorprendentes.
Es recomendable tener claro quién o qué será el objeto del terror, no necesariamente tiene que aterrorizar desde el principio. Según la trama puede ser algo adorable que se va transformando gradualmente en aterrador para el lector.
Es conveniente crear una atmósfera y unos personajes adecuados que enriquezcan y permitan desarrollar la trama adecuadamente. Acuérdate que no es necesario que todos los protagonistas deben ser valientes. Entre miedosos, chistosos, ingenuos, audaces, u otros, se puede construir buenas historias.
Debes ejercer buen uso del suspenso a todo lo largo de la historia y poder cierra con un gran final. Es recomendable que la trama se vaya intensificando gradualmente y no decaiga, hasta alcanzar el estallido del grito de pánico por parte del lector.
Debes mostrar paciencia al momento de escribir cada parte de la historia, generalmente una buena introducción, contextualiza los sucesos que se desarrollaran luego.
Sería excelente que te acerques a la realidad lo más posible, para hacer la trama creíble e intensa.
Cómo empezar una historia de terror
Realmente es un reto para quien desea escribir y al sentarte nada fluye, esto es normal, empezar a esbozar terror no es tan fácil. Es un género muy subjetivo, pero podrías iniciar con que todos sentimos miedo a algo y puedes partir desde aquí dar pie a tu narrativa.
Deja que el lector use su imaginación y vaya sintiendo gradualmente una extraña sensación mientras tú construye la historia.
Cómo contar una historia de terror
La historia se debe ir construyendo o presentando dentro de la atmósfera adecuada que guiará al lector a los eventos que estarán por ocurrir. Cada relato requiere de una ambientación idónea y es tu deber como escritor encontrar ese toque que llegará a quien lee.
Cómo terminar una historia de terror
Un buen final debe ser satisfactorio desde cualquier punto de vista, sobre todo el emocional, una conclusión lógica del arco narrativo del personaje protagonista.
La trama final no debe parecer forzada, ni atropellada, debería ir desarrollándose de manera gradual así el objetivo busque presentar un giro sorpresivo. A este punto se recomienda llegar de forma natural.
Lo ideal es presentar la resolución del conflicto, sin introducir nuevos personajes en la historia, ni subtramas, incrementar la velocidad de la narración sin exagerar. Se debe cerrar el arco, tramas y permitir que los protagonistas puedan tener la redención necesaria para destacar al final.