No siempre es sencillo escribir una narración, sobre todo si la historia que deseas contar es larga y tiene muchos detalles importantes. O puede ser que la historia sea ficticia y, en ese caso, temas pasar por alto los detalles, los cuales son fruto de la imaginación. Todo lo antes dicho pudiera hacerte pensar que escribir una narración no es buena idea, pero nada más lejos de la realidad. Con unas cuantas sugerencias podrás hacerlo de la mejor manera.
La narración es una secuencia de acciones o eventos, que realizan los personajes imaginarios o reales de la historia en determinado espacio y tiempo, contada por un individuo, a quien se le adjudica el papel de narrador ¿Qué debes tomar en cuenta al escribir una narración? ¿Qué debes hacer si quieres agregar diálogos? ¿Qué estructura debes seguir? Conoce las respuestas enseguida.
Características de una narración
Cuando se habla de una narración, se piensa en un relato de acontecimientos que pueden llegar a ser reales o ficticios, mediante una sucesión que cumple un tiempo y un sentido lógico determinado. Existen diferentes tipos de narración, aun así, todas cumplen con unas características mínimas para ser consideradas dentro de la narración. Vamos a comentar algunas de ellas.
- Narrador. Puede ser uno de los participantes en la historia, que a su vez va narrándola, o puede ser alguien que, desde afuera, observa y cuenta los hechos.
- Momentos. Toda narración debe contar con tres aspectos claves: Inicio, Desarrollo y Conclusión. Cada uno debe ser bien ejecutado a fin de que cumplan el propósito de despertar el interés, aumentar el interés y aclarar los hechos respectivamente.
- Relato. Además de los personajes que intervienen, hay cosas que suceden y que el lector debe conocer, para eso es necesario que se relate lo que está ocurriendo.
- Variación de tiempo. La mejor elección es llevar un orden cronológico de los sucesos. Pero, es tu decisión hacerlo así o si prefieres realizar algunas variaciones que lleven al lector al pasado, al futuro, y de nuevo al presente. Todo esto dependerá del momento en el cual se desarrollan los eventos que relatas.
¿Qué tipos de narración existen?
Antes de empezar a escribir la narración, es necesario que te asegures de cuál es el tipo de narración que vas a redactar. Aunque son muchas las opciones, será sencillo elegirlas pues cada una tiene características diferentes. Veamos cuáles son.
- Cuento. Es de las más cortas, y es por eso que no precisan de muchos participantes.
- Leyenda. Puede basarse en cosas reales, pero por lo general, se le agregan detalles adicionales y llenos de fantasía para hacerlos más emocionantes.
- Mito. Es básicamente una exageración o invento usado para explicar algún acontecimiento real.
- Novela. Es muy larga, con muchos personajes y puede relatar todo lo relacionado con los participantes.
- Noticia o reportaje. Puede ser corta o larga, dependiendo de la información que se trata. Puede ir enfocada sobre una persona o un acontecimiento. Debe basarse en la realidad.
- Biografía. Relata la historia de vida de una persona, con los buenos, y no tan buenos, momentos vividos.
¿Cómo se estructura una narración?
Al momento de realizar una narración debes cuidar aspectos muy importantes relacionados con la estructura de la misma. De esa manera, lograrás que el lector se centre únicamente en el contenido de la historia. Veamos los puntos más importantes.
- Externo. Aplica sobre todo a historias largas, la cual debes dividir a fin de hacer más sencillo leerla y entenderla. Puedes valerte de división por capítulos, actos, partes, entre otros.
- Interno. Se trata de la composición básica de cualquier relato, cuento o anécdota. Para ello, se usan 3 elementos: Introducción, Cuerpo y Conclusión. Más adelante veremos estos puntos en detalle.
Comenzar una narración, significa relatar una serie de acontecimientos de manera ordenada, secuencial, y lógica para lograr un cierre que posea sentido y estén presentes la verosimilitud y la causalidad. Por eso una narración debe seguir la siguiente estructura:
Presentación e inicio
La presentación, el inicio o como también se le conoce, situación inicial o de balance, es el punto de partida de un relato, donde son presentados los personajes, al igual que los detalles importantes y determinantes sobre ellos, para dar pie a la trama de la historia.
Complicación o medio
La complicación o el medio es cuando los personajes y los hechos se desarrollan con mayor complejidad, desafiando los deseos o la satisfacción de los implicados lo que, a su vez, replantea el esquema inicial en el que hallaba cada uno al comienzo de la historia.
Desenlace o final
El desenlace o el final, es al momento de la culminación de los conflictos o los diferentes eventos que se planteaban en la trama y son solventados; hallándose los personajes en una nueva situación de balance.
Cómo se empieza una narración
Las primeras palabras son fundamentales. Y en ellas debes esforzarte por presentar a los personajes principales, o por lo menos al protagonista de la historia, además de la ubicación y el tiempo. Lo más importante es que se capte la atención del lector.
Puedes usar la frase que desees, siempre y cuando incluya esos detalles. De esa forma se prepara al lector para el resto de la historia. Una cosa más, no des demasiada información sobre el lugar, los personajes o el tiempo. Ya habrá oportunidad para ello en el desarrollo.
Realiza una introduccion que pueda presentarse de varios modos, por ejemplo:
- Describe una escena que impacte al lector, donde estén ubicados unos personajes que pasan por circunstancias diferentes. A medida que va avanzando la narración, irán conociéndose los diferentes elementos.
- Presenta cronológicamente los acontecimientos, haciendo que el lector conozca todo desde el inicio.
Cómo elaborar una narración
Una vez tengas claro el tema, los personajes que intervienen, así como la época y el lugar donde se desarrollan los acontecimientos, sean reales o no, es momento de plasmar las ideas. Para lograrlo, debes seguir los siguientes pasos.
- Titulo. En la parte superior escribe el título de la historia. Uno que sea llamativo y apropiado.
- Introducción. En el cuerpo de la hoja debes anotar las palabras iniciales, breves pero interesantes.
- Cuerpo. Esta será la parte más larga de la composición, incluso puede tomar muchas páginas o capítulos. Durante la escritura de la misma mantén la misma idea central, la cual colocaste como título. También debes cuidar que los personajes evolucionen a lo largo de la historia, así se mantendrá el interés del lector. Pon por escrito los detalles más interesantes o los que realmente contribuyen al desarrollo de los personajes y la historia. Usa diálogos para darle más vida a los personajes y además, incluye las emociones que sienten debido a la situación que afrontan.
- Conclusión. Es bueno indicar al lector que la historia se acerca a su fin, aunque si optas por no hacerlo, igual debes escribir de tal manera que, al leer, se note que ya se encuentra en la parte final. El lector ha seguido la narración hasta aquí, así que merece conocer cómo se desenvolvieron los hechos más importantes de la historia y los resultados, buenos o malos, que se obtuvieron.
Cómo introducir diálogos en una narración
Los diálogos son una parte esencial en una narración. Ahora bien, es necesario no abusar de este recurso literario. Para introducirlo en el texto es necesario que cumplas con algunas reglas. Veamos.
Debe quedar claro para el lector cuál frase forma parte del diálogo y cuál no. Por eso, lo mejor es usar un guion justo antes de la frase que dice el personaje. Toma en cuenta que debe estar pegado a la primera palabra. Aquí un ejemplo: -Entonces me iré.
En algunos casos, especialmente si son varios personajes los que hablan en la misma escena, debes mencionar quien dijo esa frase, e incluso la emoción con la cual la expresó. Veamos como en el siguiente ejemplo: – ¡Entonces me iré!, exclamo Juan. – ¡Yo me voy contigo!, replico con alegría María.